Menorca, una tierra protegida llena de calas y ensenadas de color azul celeste. Sumérjase en las profundidades de las cuevas submarinas o quédese a disfrutar de las playas de arena y guijarros...
Recorra las calles de la pequeña ciudad y piérdase en sus callejones. Por la noche, vaya a la plaza para degustar las especialidades locales de Menorca.